Reforma tributaria: Marcel está analizando impuesto "Robin Hood", pero aclara que se debe conciliar con el gravamen de timbres y estampillas
El ministro de Hacienda adelantó que el Presupuesto 2023 tendrá una expansión del gasto en un rango de 4% a 5%, y que será detallado esta noche por el Presidente en cadena nacional.
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El ministro de Hacienda, Mario Marcel, señaló que el gobierno está analizando el llamado “impuesto Robin Hood”, que fue presentado por diputados oficialistas en el marco de la discusión de la reforma tributaria, pero aclaró que es un tema que se debe ver con atención debido a que se debe conciliar con el tributo de timbres y estampillas.
Explicó que la tasa Tobin “es una propuesta que han hecho diputados de las bancadas del gobierno, la estamos analizando. Por supuesto no queremos adelantar un juicio, porque es un impuesto a las transacciones financieras y es algo que uno tiene que conciliar con el impuesto de timbres y estampillas, que también grava algunas transacciones financieras”.
En un punto de prensa realizado junto con las ministras del Interior, Carolina Tohá, y de la Segegob, Camila Vallejo, Marcel indicó que “es un tema que estamos estudiando y valoramos que haya un aporte constructivo en la discusión tributaria” y dijo que ojalá que esos aportes “no vengan solo de parlamentarios de gobierno sino que también de oposición, ojala haya más ideas o propuestas para enriquecer este proyecto que es algo para la cual siempre hemos estado disponibles”.
La propuesta se fundamenta en que el Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF) se aplica en 32 países en la actualidad, como Francia, Alemania, Suiza, Italia, Brasil, India, China, Sudáfrica, Japón, Corea del Sur, Singapur y Hong Kong, entre otros; con rangos que van entre 0,55% a 0,92% en promedio.
El texto presentado por los diputados oficialistas argumenta que “connotados economistas han propuesto este impuesto sobre la base del efecto correctivo para el funcionamiento del sistema financiero, también por su alto nivel recaudación tributaria, por el desaliento de conductas indeseadas del mercado como, por ejemplo, para inhibir las transacciones especulativas de corto plazo” y se explica que “grava una actividad económica de compraventa de instrumentos financieros ajenos a la economía real. Se grava el flujo financiero y sus actos, no sus resultados (utilidades o pérdidas) ni el patrimonio”.
Adicionalmente, se fundamenta que este gravamen se focaliza en los segmentos socioeconómicos altos y grandes empresas que transan en los mercados financieros. Y, por otro lado, el texto explica que este impuesto de carácter “progresivo” tiene bajo costo de implementación y fiscalización; y una alta capacidad de recaudación, ya que en el caso chileno una tasa de 0,5% conllevaría una recaudación de US$ 4 mil millones, plantean los firmantes.
Por lo demás, sus patrocinantes plantean que la indicación, que busca incluir este nuevo impuesto, “propone un diseño coherente con una tasa razonable de acuerdo a las experiencias comparadas, evitando distorsiones al funcionamiento eficiente del mercado”.
En esta propuesta venían trabajando los socialistas hace varias semanas y la pusieron sobre la mesa a los demás integrantes de la comisión que aprobaron la reforma, por lo que será patrocinada por Carlos Bianchi (Indep.), Jorge Brito (RD), Ricardo Cifuentes (DC), Vlado Mirosevic (PL), Jaime Naranjo (PS), Gael Yeomans (CS), Alexis Sepúlveda (PR) y Boris Barrera (PC), según señaló el presidente de la comisión de Hacienda de la Cámara, Jaime Naranjo (PS).
Presupuesto 2023
Respecto al Presupuesto del año 2023, que será dado a conocer en detalle por el Presidente Gabriel Boric esta noche en cadena nacional, Marcel indicó que el gasto fiscal crecerá entre un 4% y un 5%. “La cifra concreta la va a dar el Presidente, estará dentro de ese rango”.
Tras participar en un consejo de gabinete justamente destinado a abordar el erario, el ministro de Hacienda dijo que “en relación al tema macroeconómico, hemos hecho el mayor ajuste fiscal que ha hecho un país tras la crisis del Covid19. Este año vamos a tener cifras positivas para el balance estructural, por primera vez en muchos años, eso es lo que ha contribuido y contribuirá en los próximos meses a la baja de la inflación. Por lo tanto, ese esfuerzo va a tener un impacto en la inflación y estabilización de la actividad económica”.
Marcel indicó que “¿por qué el gasto crece en circunstancias que se prevén cifras negativas para la actividad económica? Porque en eso consiste la regla de balance estructural, que implica que el gasto público no sigue el comportamiento de la actividad en el corto plazo. Si el gasto público hubiera seguido el comportamiento de la actividad, habría tenido que caer 6% o 7% en el 2020”.
Manifestó que “lo que debemos hacer -en la medida que se recupera la regla de balance estructural- es que el gasto se vaya moviendo de acuerdo a los ingresos estructurales de largo plazo que puede generar el Fisco. Y aunque el año 2023 vamos a tener una recaudación tributaria más débil, nuestro gasto se va a programar de acuerdo a los ingresos de más largo plazo”, precisando que “no incluye el efecto de la reforma tributaria que sigue su curso, y la Ley de Presupuestos debe reflejar la legislación existente. Mientras no se apruebe no se puede incorporar desde el lado de los ingresos ni del gasto”.
El ministro enfatizó que “el Presupuesto reactiva a través del aumento de la inversión pública, del estímulo a la contratación y creación de empleo y con el apoyo a la diversificación de nuestra estructura productiva”.
La autoridad resumió el futuro Presupuesto, señalando que es una “combinación de responsabilidad fiscal, respuesta a la ciudadanía, implementación del programa y esfuerzo por desburocratizar el Estado y que sea más eficiente en el cumplimiento de sus funciones”.
Adelantó que el erario viene “con bastantes diferencias que el Presupuesto anterior, en cuanto a que queremos no solamente gastar e invertir más, sino que también mejor de acuerdo a las prioridades de la nación”.
Agregó que “el próximo año vamos a tener una expansión real del gasto, que será mayor especialmente en materia de gasto social e inversión en infraestructura y gasto en seguridad ciudadana”. Eso también en términos de la estructura del Presupuesto va a significar que muchos de los componentes transitorios que se crearon durante la pandemia van a ir desapareciendo y siendo reemplazados por recursos asignados a prioridades más permanentes y que responden a necesidades de las personas, dijo el ministro.
Lo otro importante -dijo Marcel- es que “vamos a tener una presentación programática del Presupuesto en algunas áreas claves”, por ejemplo, en materia de seguridad ciudadana, programa presupuestario de combate al crimen organizado y el narcotráfico; en materia de desarrollo productivo un programa dedicado a la reinversión de recursos provenientes del litio en ciencia y desarrollo de industria del hidrógeno verde. Son ocho programas con esas característica, adelantó.